POSTRES JAPONESES

POSTRES JAPONESES

Sushi de plátano

Este postre japonés combina plátanos, chocolate y pistachos. Puede que no sea un auténtico aperitivo japonés, pero seguro que es sabroso.

Las rodajas de plátano están cubiertas de chocolate y pistachos triturados. Es dulce, achocolatado y crujiente.

Además, es precioso. ¡Corazón mío, estate quieto!

Y lo mejor de todo es que este sushi dulce sólo requiere tres ingredientes y 15 minutos de su tiempo.

Incluso las madres y los padres ocupados pueden hacer esta divertida y adictiva delicia en cualquier momento.

Pastel japonés

El purin es la versión japonesa de la crema de caramelo. Rico y cremoso, una vez que lo pruebes, serás adicto.

Las natillas derretidas están rezumadas con un espeso glaseado de caramelo.

Pudín, flan, pudín, crème caramel, como quiera llamarlo. Es pura felicidad.

En el momento en que hundo mi cuchara en este suave pudín, me siento tan feliz.

El caramelo agridulce contrasta con la dulzura de las natillas.

Diga adiós a las natillas compradas en la tienda. Esta receta es todo lo que necesitas. Es muy fácil y hace el budín más suave y cremoso.

Gelatina de café

Gelatina con sabor a café nadando en una rica y dulce crema: es la combinación perfecta.

La jalea de café me hace feliz. Si aún no lo has probado, hazlo.

El amargor del café y el dulzor de la crema están perfectamente equilibrados.

Es dulce, pero no pegajoso. Por eso es tan adictivo.

La gelatina también tiene una excelente firmeza. Es más firme de lo habitual, por lo que tiene una elasticidad y un crujido maravillosos.

También contiene cafeína, lo que lo convierte en la merienda perfecta.

Galletas de Te matcha


Estas galletas de matcha tienen una textura crujiente, sabor a mantequilla y un irresistible aroma a matcha.

El matcha se utiliza desde hace mucho tiempo en la cocina japonesa, pero sólo recientemente se ha hecho mundialmente famoso.

Puede que ese amargor y ese sabor empolvado no sean del agrado de todos, pero a mí personalmente me parece irresistible. Si eres fan del matcha, estas galletas son imprescindibles.

Las galletas con infusión de matcha también contienen trocitos de chocolate blanco, que equilibran el dulzor y el amargor.

Además del sabor, el matcha también da a las galletas un bonito tono verde, perfecto para la Navidad.

Helado de té verde matcha


Hablando de matcha, aquí hay otro postre para los amantes del matcha. El helado de matcha es un postre dulce y refrescante para después de la cena.

Este helado es dulce con un sabor amargo y ahumado. No es demasiado dulce y es adecuado para quienes no les gustan los postres ricos.

También es fácil de hacer. Sólo hay cuatro ingredientes y se tarda cinco minutos. No es necesario agitar.

El único reto es esperar a que se congele.

  1. sushi de caramelo de arroz krispie
    Caramelos de goma de arroz y sushi de Rice Krispies envueltos en un roll-up de fruta.

¿Qué tan lindo es esto? Hay dos tipos de sushi: un roll-up con la gominola en el centro y un nigiri sushi con la gominola encima.

En cualquier caso, es muy bonito.

El sushi con pescado crudo no suele triunfar entre los niños, pero este sushi dulce es un gran éxito para ellos.

Es dulce, crujiente y muy sabroso. Es el postre soñado por los niños.

  1. Bollos japoneses de judías rojas
    El azuki manju es un pequeño pastel redondo al vapor relleno de anko (pasta de judías rojas).

El anko es una pasta dulce de judías rojas elaborada con judías azuki. Las judías azuki se hierven, se machacan y se convierten en una pasta.

Tiene una textura suave pero con una ligera aspereza.

El manju tradicional utiliza anko (pasta de judías rojas), pero a veces se utilizan otros tipos de pasta de judías.

  1. batatas confitadas
    El Daidaimo es un aperitivo de boniato típico de Japón desde el otoño hasta el invierno.

Se hace vertiendo jarabe de caramelo sobre las patatas dulces fritas para darle un toque dulce.

La piel crujiente y la pulpa cremosa y suave están cubiertas de caramelo dulce y crujiente. El contraste de sabores y texturas hace que sea un bocadillo delicioso.

Por cierto, “university sweet potato” se traduce aproximadamente como “patata dulce universitaria”.

En la década de 1900, los boniatos se vendían a bajo precio y eran muy populares en las escuelas y universidades.

  1. pastel de gotas de lluvia
    La tarta de gotas de lluvia es una tarta preciosa y delicada que ha arrasado en todo el país desde su creación.

Creado en 2014 por Kinseiken Confectionery Co Ltd, el pastel es un postre esférico a base de gelatina que se parece exactamente a las gotas de lluvia.

Su aspecto icónico se consigue combinando agua mineral y agar. Al ser básicamente agua, este postre casi no tiene calorías.

  1. Daifuku
    El daifuku, o mochi, es un postre japonés clásico que es popular en todo el mundo.

De hecho, cuando alguien dice postre japonés, la mayoría de las veces la gente piensa instantáneamente en mochi.

El mochi es un dulce pequeño, pegajoso y redondo con un relleno dulce. Su emblemática consistencia gelatinosa y masticable se debe a la harina de arroz.

El anko, o pasta de judías rojas, es el relleno más común, pero a veces también se utiliza el shiroan, o pasta de judías blancas.

El mochi tradicional es un poco complicado de hacer, pero esta receta un método rápido que facilita mucho el proceso.

  1. Dorayaki
    El dorayaki es una delicia rica y que llena, hecha con dos pequeñas tortitas rellenas de pasta de judías rojas.

Como es pesado, este bocadillo dulce se suele comer como merienda, más que como postre.

Dora en japonés significa “gong”. Aparte del parecido en las formas, la leyenda cuenta que el primer dorayaki fue elaborado por un granjero que utilizaba un gong para hacer tortitas.

El gong procedía de un samurái visitante que se olvidó de traerlo consigo al marcharse.

  1. Mochi de té verde
    El siguiente dulce japonés es una variación del clásico mochi.

El mochi de té verde sigue teniendo esa maravillosa consistencia pegajosa que conocemos y amamos.

La única diferencia es que lleva una infusión de matcha para darle más sabor y un toque de color.

Relleno de pasta de judías rojas, helado o fresa, este mochi es dulce con un sutil toque de amargura del matcha.

Sirve el mochi de matcha con una taza de té caliente para que sea el final perfecto de tu comida.

No te sientas intimidado, porque el mochi es fácil de hacer. Todo lo que necesitas es 15 minutos.

  1. Té de cebada
    El Muchiga, o té de cebada, es una bebida ligera y refrescante que se sirve con hielo. A diferencia de la mayoría de los tés, no contiene cafeína, por lo que es completamente seguro para los niños.

La cebada tiene un aroma maravilloso y un sabor tostado con un sutil amargor. Además, es increíblemente fácil de preparar.

Basta con colocar una bolsa de té en una jarra de agua y refrigerar. No puede ser más fácil.

Aparte del aroma y el sabor, he aquí otra razón por la que deberías consumir cebada a diario: es tremendamente buena para ti.

Fortalece el sistema inmunológico y ayuda a la digestión y a la pérdida de peso.

  1. Tarta de queso japonesa
    Otro dulce japonés de fama mundial es la tarta de queso japonesa. ¿Quién no ha oído hablar de este pastel ultra esponjoso y aireado?

No te sientas intimidado para hacer esta tarta desde cero, porque en realidad no es tan complicada.

El secreto de su icónica consistencia es batir las claras de huevo. Si nunca has batido las claras de huevo, no te preocupes, es tan fácil que es casi a prueba de tontos.

Una vez que lo hayas hecho, la masa se convertirá en una tarta de queso ligera y blanda. Es tan aireado que se derrite en la boca.

  1. Pastel de matcha
    El Pound Cake es un pastel denso, rico y mantecoso. Es bueno por sí solo, pero sabe aún mejor con café.

Pero, ¿sabes qué más le dará un toque especial al pastel?

Un poco de polvo de matcha es todo lo que necesitas para transformarlo en un postre único y sabroso. Además, ¡ese tono verde queda espectacular!

El pound cake es muy fácil de hacer. Sólo necesitas harina, azúcar, mantequilla y huevos; y en este pastel, un poco de polvo de matcha.

Además, el bizcocho sabe mejor cuanto más tiempo se almacena, por lo que es perfecto para preparar con antelación. ¡Solo tienes que esperar a probarlo al tercer día!

  1. Tortitas Souffle
    A no ser que vivas bajo una roca, habrás visto, oído o probado esta nueva tendencia al menos una vez.

Las tortitas soufflé son otro de los dulces japoneses que han saltado a la fama en los últimos años, y por una buena razón.

Sólo hay que ver lo gruesas y esponjosas que son estas tortitas. ¿Quién no querría probar un bocado de estas delicias en forma de nube?

En serio, a quien se le ocurrió combinar soufflé y tortitas es un genio.

Por suerte, las tortitas soufflé son lo suficientemente fáciles de hacer cada mañana. Al igual que el pastel japonés, lo que hace que estas tortitas sean tan esponjosas son las claras de huevo.

Solo tienes que batirlas a punto de nieve y tus tortitas estarán garantizadas para esponjarse.

  1. Galletas de sésamo
    Ricas, mantecosas, crujientes y con sabor a nuez, las galletas de sésamo negro son increíblemente adictivas. ¿Buscas una nueva receta de galletas para probar? Esta es para ti.

El sésamo negro es muy utilizado en los postres japoneses. Es rico, tiene sabor a nuez y huele de maravilla.

Su contraste de sabores dulces y salados hace que las galletas sean increíblemente adictivas.

  1. Anko
    Ya he mencionado varias veces el anko o pasta de judías rojas, pero ¿cómo se hace? Esta receta te dice todo lo que necesitas para batir esta dulce limadura.

Esta versátil pasta se utiliza para aromatizar panes, helados y otros postres japoneses.

Aunque se puede comprar fácilmente en los supermercados, no está de más aprender a hacerla desde cero. Afortunadamente, es muy sencillo.

Dato curioso: aunque se utiliza para referirse a la pasta dulce de judías rojas, la palabra “anko” significa otra cosa.

En realidad, anko se refiere a cualquier pasta -dulce o salada- formada al hervir los ingredientes.

  1. Rollo de pastel japonés
    El rollo japonés es un pastel ligero y delicado que querrá comer todo el día.

La combinación del suave pastel, la esponjosa nata montada y las fresas frescas crea una hermosa armonía en la boca.

Suavemente dulce y un poco ácido, tanto la textura como el sabor son perfectos.

La nata montada se consigue normalmente montando nata (¡no es ninguna sorpresa!). Pero en esta receta, se utiliza gelatina para estabilizar el pastel.

Así, la nata no perderá su hinchazón con el tiempo.

  1. Tostada de miel
    Las crujientes tostadas se cubren con miel y se cubren con helado, mini Oreos, fresas frescas y trocitos de chocolate.

Vaya. Un postre muy rico.

La tostada de miel procede de Shibuya, Tokio, y ha ganado popularidad en los últimos años. ¿Y por qué no?

Imagínese la explosión de texturas y sabores, y entenderá por qué.

Lo mejor de todo es que este delicioso postre sólo requiere 15 minutos de preparación. Es la prueba de que no todos los platos que agradan a la gente requieren horas de trabajo.

  1. Mizu Yokan
    Un postre a base de gelatina con sabor a judías azuki rojas, el mizu yokan es una delicia ligera y refrescante.

El agar le da al mizu yokan su característica consistencia gelatinosa.

Endulzado con un poco de azúcar y pasta de judías rojas, es un postre suave, perfecto para limpiar el paladar.

Yokan es un término genérico que se refiere a los postres de gelatina.

El mizu yokan es un tipo de yokan que contiene más agua, lo que lo hace más ligero y refrescante de lo habitual.

  1. Galletas de mantequilla de miso
    ¿Galletas con sabor a miso? Suena extraño, pero vaya si está bueno.

Es tan suave que casi se deshace en la boca. Eso es lo que puedes esperar de estas galletas de mantequilla de miso.

¿Y el sabor? Es tan rico y mantecoso.

El miso, o las judías de soja fermentadas, añaden un maravilloso contraste de salinidad a unas galletas que, de otro modo, serían puramente dulces.

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